28 mayo 2008

NEOLIBERALISMO Y SALUD PÚBLICA

Se conoce con el nombre de neoliberalismo a la última reestructuración del capitalismo a nivel mundial. Hoy, el poder económico mundial es detentado por el capitalismo monopólico internacional, configurado por la actividad de sus empresas transnacionales. ¿Cuáles han sido las repercusiones y las consecuencias del neoliberalismo en la salud pública, particularmente en el Perú?

Aquí comprenderemos como salud pública tanto a la estructura y actividad de los servicios públicos para atender la salud, como –sin separar la salud de la vida, ni la vida del trabajo- a su determinante más inmediato y decisivo: las condiciones de vida material de los trabajadores y la población en general.

Desde este punto de vista, la implementación de las políticas económicas neoliberales (las del capitalismo de las transnacionales), sobre todo en los 90, ha tenido un impacto tremendamente negativo en la salud de las personas ya que ha afectado, directa o indirectamente, su nivel y calidad de vida.

Repercusión negativa directa

Por ejemplo, el Programa de Ajuste Estructural (el shock de agosto de 1990) produjo la caída brutal de la capacidad adquisitiva (de consumo) de la población, el aumento masivo del subempleo y desempleo, y la prolongación de la jornada laboral entre quienes pudieron conservar sus empleos.

Ello incrementó directamente: la pobreza, el hambre, la malnutrición; el riesgo ante enfermedades infecciosas y parasitarias; la angustia y depresión en millares de hogares; las tensiones intrafamiliares con su secuela de violencia contra la mujer y los niños; así como la delincuencia y la inseguridad ciudadana.

Otra variante de impacto negativo directo del neoliberalismo sobre la salud de las personas es la actividad depredadora de las transnacionales (minería, petróleo, madereras, pesca masiva, etc.), que además de saquear los recursos naturales, contaminan el aire, el agua, los suelos, y someten a los trabajadores a jornadas extenuantes en ambientes insalubres.

Repercusión negativa indirecta

Además, las reformas económicas y el ajuste fiscal (entre 1991-1992) redujeron en cifras reales el gasto social. La demanda de alimentos, agua potable, saneamiento, vivienda, etc., se atendieron mal o no se atendieron, y el gasto en salud siguió debajo de los estándares mínimos para una asistencia aceptable.

En relación al aspecto asistencial, el neoliberalismo en el sector salud ha propiciado la: 1) financiación directa de parte de la atención sanitaria por la población (“gasto de bolsillo”), 2) “autogestión” hospitalaria: los directores, “gerentes”, de hospitales se esfuerzan por gastar menos y obtener ingresos propios (clínicas en los hospitales), 3) focalización del gasto según programas y grupos poblacionales, 4) creación de seguros públicos segmentarios y parciales según enfermedades y grupos de edad, 5) privatización de servicios sanitarios y no sanitarios (contratos con terceros) pero financiados con recursos públicos, y la formación de empresas prestadoras de salud, y 6) descentralización inorgánica de servicios de salud a municipalidades y regiones. Todo lo cual ha agravado la inequidad, la exclusión, la desorganización y la poca eficacia del sistema sanitario público nacional.

En materia de seguridad social, el neoliberalismo asume que su financiación contribuye a generar la crisis fiscal de los países. Así, se modificó el ámbito del IPSS, limitándolo sólo a la prestación de servicios de salud. Se creó en 1992 el Régimen Privado de Pensiones, se impulsó la tercerización de servicios médicos y no médicos, y se dieron pasos para desmontar el sistema de seguridad social vigente.


Repercusiones negativas en la calidad del trabajo médico

Por otro lado, el neoliberalismo deteriora la seguridad laboral de médicos y demás profesionales de la salud. Remuneraciones bajas y estancadas, jornadas de trabajo largas y agobiantes, sobrecarga asistencial, flexibilización laboral (contratos por servicios no personales), desprotección ante accidentes del ejercicio profesional, condicionan descontento, desmotivación y falta de interés en la labor que se realiza.

Asimismo, el mercantilismo neoliberal impone una distorsión sobre el acto médico: ha convertido al paciente en un cliente, al médico en un expendidor automático (casi un vendedor) de recetas, y al acto médico en un contrato por resultados. Así, se profundiza la deshumanización y despersonalización del quehacer profesional.

Dentro de esta lógica mercantilista neoliberal (menores costos, mayores ingresos y productividad) el acto médico podría implicar un mayor costo, lo que además de incrementar el gasto en salud representaría un obstáculo para generar ingresos; por lo que se extiende la definición de acto médico al trabajo de otros profesionales de la salud como obstetrices, enfermeras, técnicos, etc.

Por otro lado, la persistencia de equipos e instrumental obsoleto, la carencia de insumos y medios diagnósticos básicos, el desabastecimiento de fármacos, etc. – en aras de la austeridad fiscal - condicionan una práctica asistencial riesgosa tanto para el paciente como para el médico, con el agravante de que la responsabilidad legal sobre el acto médico recae sobre el profesional de la medicina.

Tales son a grandes rasgos, las repercusiones y los efectos más evidentes del neoliberalismo en la salud pública.


Dr. Gamaniel R. Guevara Ch.

17 mayo 2008

TRABAS AL PROYECTO EDUCATIVO NACIONAL
¿INEPTITUD O CONVENIENCIA?

o El proyecto educativo nacional es un documento elaborado durante el gobierno de transición presidido por Paniagua. Como forma de garantizar su cumplimiento se convocó a los partidos políticos, gremios y asociaciones civiles a fin de que firmen un compromiso de llevarlo adelante; uno de los firmantes fue el APRA. Han transcurrido casi dos años de gobierno aprista, mejor dicho de cogobierno apro-fujimorismo, y como era de esperarse la aplicación del proyecto educativo no esta ni en perspectiva, peor aún, Alan García ha dicho en entrevista concedida a la otrora punzante Chichi Valenzuela que el proyecto educativo nacional es un conjunto de generalidades de 26 páginas. Su partido, del cual es presidente, se ha comprometido públicamente en cumplir, y el ni siquiera lo ha leído.

o El APRA no ha tenido ni tiene ninguna propuesta educativa a mostrar, en su anterior gobierno todo se redujo a copar el Ministerio de Educación, dejó el gobierno no sólo con una inflación record mundial sino que había más empleados que escritorios, había hecho ingresar como profesores a correligionarios sin ningún tipo de preparación y las USE estaban igualmente copadas por gente inepta. El APRA que se vanagloriaba de haber luchado 60 años por el poder, 60 años para no tener ni idea de lo que debía hacer una vez instalados en el gobierno.

o En su actual período el APRA ha hecho estruendo y nada más, ya nadie habla de las laptop para los alumnos, tampoco de las computadoras para los docentes, menos aún de las aulas para las zonas devastadas por el terremoto que nunca se hicieron. Hubo un enfrentamiento violento por imponer la evaluación a los profesores, se dio los resultados que el mismo ministro se encargo de exponer y ahora nada, ya nadie dice nada al respecto. Bueno es recordar que García dijo que no sólo deberían concursar los del tercio superior sino que debía reducirse al quinto superior; finalmente no sólo concursaron sino que hasta contrataron a profesores que habían obtenido notas bajísimas entre los que se encontraban los del tercio y los del quinto superior. Pero el líder infalible no apareció en esta oportunidad.

o ¿Sólo el APRA muestra incompetencia?. No, exceptuando algunas agrupaciones firmantes y sobre todo los integrantes del anterior Consejo Educativo Nacional, las restantes agrupaciones firmantes callan en todos los idiomas. La educación pública y no pública, es de uso electoral, no tienen coraje de decir en público lo que en verdad piensan: la educación pública es un gasto enorme que no les interesa mantenerlo, lo mismo que la salud pública y si esta se reduce el mínimo en el menor tiempo posible sería lo óptimo.

o Hace un tiempo pude leer un artículo en Sao Paulo según el cual el gasto en reponer los teléfonos públicos depredados por vándalos, lo mismo que ómnibus de servicio público, era enorme. Hecho el análisis de la situación, se concluyo que era más económico hacer crecer el presupuesto en educación que seguir pagando la cuenta de reparar teléfonos y ómnibus. Dio resultado: al cabo de un tiempo el número de teléfonos y ómnibus depredados bajo considerablemente; en general bajó el pandillaje y con ello se ahorro en seguridad. No se vive en el paraíso ni las razones debieron ser las económicas pero esto pinta la diferencia entre lo que piensan las clases dominantes en Brasil y las de nuestro país.

o Se podría ser generoso y dar el nivel de duda sobre la capacidad de las clases dominantes en el Perú, podríamos pensar que quizás no sea ineptitud sino conveniencia, que es mejor para ellos mantener la ignorancia en el pueblo pero eso no explicaría que en otros países con menor potencial económico que el nuestro, la educación es de una calidad muy por encima de la nuestra y en esos países no hay ni asomo de revolución.

o ¿Será que en otros países las clases dominantes son más generosas para con los explotados y por eso se preocupan por la educación? Según esto todo se reduciría a niveles de bondad. Pienso que las clases dominantes en otros países piensan como las de Sao Paulo, hacen estudios serios y han visto que la educación les es de interés económico; no han resuelto el problema pues educación de verdad implica salubridad, alimentación, ética, transparencia y muchas otras cosas que no están dispuestos ni capacitados para llevar adelante, pero llevan mucha ventaja a las clases dominantes de nuestro país; quizá “nuestras” clases dominantes siquiera se dan cuenta de ello.
15 de mayo de 2008
Tomás Núñez Lay

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