24 enero 2016

Elecciones 2016: fórmulas presidenciales y algo más

Es probable que en las próximas semanas aún se siga hablando de los pactos electorales de diciembre.

¿Cómo explicar primero e interpretar después, por citar tan solo los casos más ruidosos (1), los ensamblajes electorales de Lourdes Flores con Alan García, de Susana Villarán con Daniel Urresti, de Vladimiro Huaroc con Keiko Fujimori, de Anel Townsend con César Acuña, o de Hernando Guerra García con José Luna?

Demos una rápida mirada a las circunstancias que precedieron al arreglo de las planchas presidenciales.

El escenario político inmediato estaba configurado, de un lado, por partidos en crisis: unos en camino a la irrelevancia (“Solos no podemos”) o en vías de extinción, y otros tratando de mantenerse, de componerse o de recomponerse, en torno a apremiados liderazgos personales.

De otro lado, estaban políticos apurados y desesperados. Los presidenciales, intentando matizar o blanquear sus candidaturas con personajes intercambiables, a fin de hacerlas aceptables o atractivas al electorado. Y los postulantes a las vice-presidencias, algunos casi saldos de partidos en quiebra, pugnando con urgencia por no quedar fuera del carrusel electoral.

Podría decirse, acaso como una aproximación inicial, que gran parte de los políticos son ambiciosos y están casi siempre en busca del poder (2); y agregar que si lo han disfrutado en los salones de la política oficial, su apetencia de continuidad es mayor. El político de oficio quiere durar (de eso vive y eso acostumbra a hacer), lo que le confiere una personalidad con alta proclividad al  pragmatismo y al oportunismo.

Pero decir sólo esto sería insuficiente, pues equivaldría a descontextualizar la actividad y el comportamiento de los políticos peruanos de la realidad política, económico-social, y ético-cultural del Perú de hoy. Los políticos peruanos son ahora parte y expresión de un conjunto de partidos débiles, insustanciales e informales, y de un sistema de representación política ilegítimo, fragmentado y en crisis.

En los últimos treinta años, el devenir de los partidos políticos en el Perú ha seguido una tendencia opuesta a los roles que oficialmente se les suelen reconocer o asignar. Es decir, a sus roles de formación política y construcción de ciudadanía, de promoción del cambio social necesario para el bien común, de representación civil real y efectiva, y de cimentación de la institucionalidad democrática del sistema.

Veamos brevemente algunos de los aspectos políticos de esta crisis de partidos y del sistema representativo actual.

1. Crisis de identidad partidaria.

¿Cuál es la raíz de la actual crisis de los partidos? ¿Qué los ha convertido en agrupaciones anodinas y deleznables, factibles de rearticular con piezas intercambiables o de ocasión? ¿Cómo se explica que sean apenas algo más que equipos improvisados, comparsas alborotadas o caravanas bulliciosas marchando tras un caudillo que se exalta o se exhibe en momentos electorales?

La respuesta es que tanto los partidos formados antes y después de los 90, así como los ahora denominados de derecha e izquierda, al participar en el ciclo político iniciado en esa década difícil y compleja, renunciaron (cuando los tuvieron) o prescindieron de los fundamentos ideológico-programáticos como elemento esencial de una identidad partidaria.

Pero en realidad, estas renuncias o prescindencias fueron la forma pasiva en que estas agrupaciones se asimilaron a la ideología neoliberal (3), mientras que otras coaliciones, formadas también en esos años, fundaron su identidad adoptando sin reservas los fundamentos ideológico-programáticos del capitalismo en su nuevo período de recomposición.

Como se recordará, a partir de los 90, con la irrupción masiva de las mercancías y los estilos de vida de la globalización capitalista, se extendieron con más fuerza – hasta saturar los espacios ideológicos, políticos y culturales – la ideología neoliberal, el pensamiento único y las políticas económicas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Se dice que desde entonces se vive un ciclo postpolítico, con desideologización y partidismo aprogramático. Pero en verdad lo que vivimos es un consenso casi perfecto – impuesto por el poder económico y los medios masivos de comunicación – en torno a la ideología y la política neoliberales, que ha vaciado de contenido el cuerpo ideológico y programático de los partidos oficiales, para reemplazarlo por el dogma neoliberal.

Así, estos partidos y sus círculos dirigentes al suprimir – por insolvencia o conveniencia – el elemento esencial de su identidad partidaria, perdieron su más firme factor de cohesión, y sus posibilidades de ejercer en adelante su función educativa y formativa. Ahora, sus integrantes se unen en general por objetivos de corto plazo, oportunidades de lograr privilegios, o de ser figuras mediáticas en el tinglado de la política oficial.

2. Crisis de ideas y crisis de programas

Al renunciar a una identidad ideológico-programática, la mayoría de estos partidos se vieron impedidos, al carecer además de un referente conceptual y metodológico válido y consistente, de desarrollar una teoría política crítica, realista y objetiva, capaz de sustentar propuestas de cambio social de verdadera importancia o significancia.

Las propuestas de estos partidos no se nutren del conocimiento de la realidad peruana, no se ajustan a las necesidades del desarrollo nacional y regional ni plantean soluciones de fondo según las particularidades de la economía, la sociedad y la cultura peruanas.

Tampoco formulan lineamientos de desarrollo nacional con una visión integral, completa y unitaria del país, que permitan superar nuestro actual atraso económico y nuestra fragmentación social. Y menos aún, proponen políticas de estado realizables y sustentables a corto, mediano y largo plazo, que pongan por delante el desarrollo humano y el bienestar de la colectividad. 

La mayoría de estos partidos se han limitado a repetir o adaptar las recetas o directivas arbitrarias de los organismos internacionales de regulación financiera, y sus propuestas generalmente son simples medidas de gobierno para reajustar o reacomodar lo ya establecido.

Debido a esta crisis de ideas y programas, tenemos un escenario electoral con partidos permutables y planes de gobierno intercambiables, con candidatos que en esencia dicen y proponen lo mismo, donde las señales, los gestos y la apariencia (es decir, la mascarada) van a tener más peso que los programas y las propuestas, y que estos en boca de tales candidatos tendrán un valor casi  insignificante.

3. Crisis de organicidad

Después de los 90, reemplazado el contenido ideológico-programático de los partidos por el dogma neoliberal, la mayoría de las organizaciones políticas son agrupaciones o coaliciones de independientes reunidas en torno a un liderazgo personal de corte caudillista – local, regional o nacional – con el objetivo de administrar organismos del poder público, y que funcionan episódicamente, en períodos electorales y a voluntad del líder.

Ello explica la inorganicidad en la que se desenvuelve la mayoría de estos conglomerados, donde los plenos o las asambleas tienen que ver principalmente con las campañas electorales y la nominación de candidaturas. Ello explica también la informalidad o la pseudo-formalidad de su existencia: su militancia transferible, sus “vientres” alquilables, sus locales fantasmas, sus elecciones internas por puro formulismo, etc.

Las posibilidades de cohesión por ideas y planteamientos de estas agrupaciones son tan pobres, los objetivos políticos tan cortos, y el rol de los caudillos tan decisivo, que la exigencia de vida orgánica y la democracia interna es mínima. Esto propicia el oportunismo, el transfuguismo, las lealtades quebradizas y efímeras. Lo que a su vez favorece la dispersión y el fraccionamiento de las representaciones políticas.

Este fraccionamiento político a su vez, al no construir mayorías calificadas, conduce a que para lograr cierta funcionalidad gubernamental se ponga en el orden del día el tema de las alianzas y los pactos de conveniencia, tanto a nivel del ejecutivo (formación de ministerios), como del congreso (formación de comisiones). El dar y recibir – el “toma y daca” – se convierte así en la llave ilegítima de la gobernabilidad.

4. Crisis de legitimidad

Hoy la ilegitimidad de los partidos políticos desgasta y empobrece la vida y las expectativas de los peruanos.  En los últimos 25 años, salvo el breve paréntesis del gobierno de transición de Valentín Paniagua, todos los candidatos que llegaron a la Presidencia de la República, gobernaron el país burlando la voluntad de los electores. Todos hicieron lo contrario de lo que prometieron.

Además, por encima de las consultas electorales y los partidos en el gobierno, el rumbo económico-político del país que mantiene la economía política y las políticas económicas que enriquecen a las transnacionales y a los grupos de poder nacionales, es decidido por funcionarios y tecnócratas cuyos altos cargos ejecutivos no están sujetos al escrutinio de una elección.

De otro lado, la función política se distorsiona y pervierte cuando a la sombra del poder económico legal o ilegal los políticos – lejos de cumplir el encargo de sus representados – se convierten en operadores y lobistas de empresarios codiciosos y oportunistas. O cuando, aprovechando la información privilegiada a la que tienen acceso, incursionan a través de testaferros en negocios con entidades públicas o privadas.

También cuando casi a diario, desde el ejecutivo, legislativo, gobiernos regionales o alcaldías, partidos y otros ámbitos de la política, se tienen noticias de inoperancia, despilfarro, malversación, cohecho y corrupción. La percepción de estos vicios que medran en las instituciones públicas y que son mayormente cometidos por los políticos, genera en la ciudadanía, una sensación de frustración, desengaño, indiferencia o rechazo.

Debido a que los grupos de poder económico controlan directamente la economía del país y los sectores populares han sido repetidamente burlados por quienes dicen representarlos, los partidos actuales en realidad no traducen las aspiraciones de una clase o sector social determinado. Los partidos oficiales son ahora el soporte del sistema imperante y la cubierta de fachada necesaria para que este aparezca como una democracia representativa. Y con el sistema electoral actual el engaño a la ciudadanía está garantizado.

Sin embargo, lo más peligroso es que, esta falsa política cuya vigencia ilegítima es mostrada como “normal” por los medios masivos de comunicación, genera y perpetúa un ciclo perverso de retroalimentación que induce a la población a aceptar o  resignarse a que ello “es así” o es muy difícil o imposible de cambiar, estableciéndose así una base social deleznable para cualquier verdadero proyecto de renovación nacional.

5. Responsabilidad e irresponsabilidad de la “clase política”

La dictadura fujimorita no sólo impulsó sin reparos y en todos los terrenos el neoliberalismo, sino que arremetió contra los partidos políticos, sindicatos y organizaciones populares estableciendo las bases de la “antipolítica”, combatió el terror con el terror durante el conflicto interno, perforó la normatividad de las instituciones públicas, y se alió mediante concesiones dolosas y la corrupción a los poderes establecidos.

A fines de los 90, el descontento contra esta dictadura corrupta generó un gran movimiento popular y político, que se vio robustecido con el develamiento de los videos de la corrupción. La movilización popular jugó un papel muy importante. Pero también, en esos momentos difíciles, una parte significativa de la llamada “clase política” cumplió un rol dirigente unitario y positivo que no se puede dejar de reconocer.

Pero tan pronto cayó la dictadura afloró el interés particular de los partidos y movimientos. Los apetitos exclusivistas de las dirigencias políticas fueron más poderosos que la necesidad de impulsar un acuerdo nacional que, desmontando no sólo la política de la dictadura, sino toda su estructura administrativa y las bases de su clientelismo fanatizante y corruptor, pudiera conducir al Perú a un momento histórico diferente.

Entonces, en los años siguientes se produce la irrupción de decenas de movimientos locales y regionales que aunados a los nacionales ya existentes, y dados los reducidos estándares de exigencia política generaron condiciones para que la llamada “clase política” se engrosara con elementos de diversa índole y procedencia, y se convirtiera en una capa ávida de ventajas y privilegios, atenta a aprovechar las oportunidades que pudieran lograr de las instituciones públicas.

Pero esta crisis de los partidos políticos, así como la ilegitimidad y fragmentación de la representación política no se explican por sí mismas. Ellas representan en el plano político lo que sucede en los planos económico-social y ético-cultural del país, que son los que determinan la existencia de una sociedad igualmente escindida, fragmentada, informal, no ética y con débil cohesión social. Y que, por su puesto, necesitamos transformar.

6. Una interpretación posible: ¿antojadiza o razonable?

Si bien lo anteriormente expuesto permite explicar el comportamiento social y éticamente cuestionable de estos políticos, ello no los justifica ni los disculpa. Quien, de un día para otro, deja de lado las convicciones ideológicas y políticas con las que se hizo figura pública y representó las expectativas o las esperanzas de un determinado sector del electorado, para pasarse a la antípoda política que antes combatió, comete una deslealtad, una felonía, una traición.

Pero, ¿tienen un significado mayor estas inconsecuencias, estos negociados de conveniencia electoral?

En el Perú de hoy se necesita cambiar radicalmente (desde la raíz) muchas cosas, desde su base económico-productiva hasta sus expresiones sociales, políticas, culturales, éticas y vivenciales. Una de ellas es cambiar el quehacer de la política tal como es practicada y ejercida hoy. Un paso apenas inicial es rescatar el concepto y la praxis de la verdadera política: la política como el camino y los procedimientos razonables y éticos para enaltecer y dignificar – en su valor más hondo y trascendente – la vida humana.

Lo que acabamos de ver y lo que veremos en los próximos cuatro a cinco meses, no es la política limpia y ética que un país con vocación de ciudadanía debería estar construyendo para cimentar un Perú viable, sostenible y promisorio, capaz de inscribirse como referente histórico constructivo en un mundo inseguro y cargado de tensiones como el presente.

Los políticos que se han acoplado electoralmente en diciembre, no sólo han celebrado un acuerdo para completar sus fórmulas presidenciales, o para satisfacer sus propias y no confesadas apetencias personales, sino que entre todos ellos han celebrado un pacto tácito, sobreentendido, no declarado.

Aunque no lo digan y más bien lo nieguen, ellos han suscrito un pacto: a)  por la impunidad y la prescripción de los delitos de corrupción y lesa humanidad, b) por el blanqueo de lo espurio, c) por la justificación del engaño, d) por la legitimación de lo ilegítimo, e) por la recreación de la antipolítica, f) por el reciclaje de la informalidad y la fragmentación de los partidos, h) por la continuidad de este circo ridículo y mediático en que se ha convertido hoy el  proceso electoral.

Como se ve, en el 2016 la política peruana continúa en una especie de inercia destructiva, reproduciendo como en una parodia irresponsable su crisis y su desprestigio. Ha sido evidente que en el ensamblaje electoral de diciembre, las ideologías y los programas, los antecedentes de gestión pública limpia y eficiente, y los indispensables estándares de ética, ciudadanía y profesionalismo que deberían exhibir los postulantes, han sido dejados de lado o reducidos un nivel casi inexistente.
_______________

(1)  Son muy pocas las fórmulas presidenciales que podrían exceptuarse de quedar incluidas en esta nómina.
(2)  Ver el artículo “Políticos Calatos” de Steven Levitsky. La república, domingo 03 de enero de 2016. Por cierto, el autor no se limita a esta afirmación inicial.
(3)  Si bien la crisis de identidad de los partidos políticos en el Perú  puede explicarse por su propia dinámica interna, no deben soslayarse los efectos que en estos – al igual que en el movimiento popular y la organización sindical – produjo de un lado el conflicto armado interno, y de otro la acometida de la “antipolítica” durante la dictadura  fujimorita.

GRGCH                                                                                                                                              22ENE2016

23 enero 2016

Matemáticas y Humanismo

1) La Razón hija de la Educación y la Experiencia
Entendemos por razón aquello que la mente permite a una persona tomar decisiones de la manera más acertada y conveniente. La razón depende de cada individuo, no es una constante para toda la humanidad sino que va ligada a los elementos de juicio que cada persona posea. Cuanto mayor fundamento se tenga, mejor será el raciocinio. Es decir, la razón tiene que ver con la educación y con la experiencia en el transcurso de la vida del individuo.

2) La formación incompleta sin humanismo
La formación de una persona será deficiente si no se incluyen las principales consideraciones del humanismo:

a) Cada ser humano es una criatura fabulosa y por tanto digna del mayor respeto.

b) El ser humano es tanto naturaleza como formación; es decir, no sólo organismo sino incluye los pensamientos que cada persona tiene.

c) La humanidad es como un super organismo del que somos parte; el bienestar de unos es debido al esfuerzo de muchos y no sólo del propio individuo.

d) La relación y cooperación plenas son requeridas para el mejor funcionamiento y mayor bienestar del ser humano; por tanto, el egoísmo y el individualismo hacen justamente lo contrario.

3) La Matemática  insustituible en la formación humanística
A modo de crítica se suele plantear la pregunta ¿para qué enseñar matemática a los niños y jóvenes en la educación básica? ¿todos ellos serán matemáticos, ingenieros o científicos?; de no ser así, usarán alguna vez la matemática? En alguna ocasión se habló inclusive de eliminar o recortar la matemática en la educación básica por ser de difícil aprendizaje y tener como resultado mucho menos desaprobados.

Los que sostienen estos pareceres no conocen la matemática, ignoran su carácter eminentemente formativo en esa etapa de la vida del ser humano y piensan en la matemática de modo exclusivamente utilitario y de resultado inmediato. De otro lado, muchos consideran a la matemática como un conjunto de reglas útiles y no como un área del conocimiento en constante desarrollo, de belleza plena y que juega un rol importante e insustituible en la formación humanística del niño y de joven.

4) La matemática para la búsqueda de la Verdad
La matemática inculca la búsqueda y el respeto a la verdad. El método deductivo y la lógica rigurosa conducen a la verdad; este proceso lo capta el niño y el joven y lo aplican no sólo en problemas y ejercicios de matemática elemental, sino en la vida diaria a lo largo de toda su existencia.

En matemática, una vez encontrada la respuesta esta es aceptada como verdad. En el salón de clase, los jóvenes alumnos en forma individual buscan la verdad. Si las respuestas entre los colegas no coinciden, son los propios jóvenes quienes buscan la explicación a tal hecho, para ello hacen una revisión a la lógica aplicada y a las deducciones hechas.

5) La matemática y el desarrollo continuo
La matemática inculca la humildad. La búsqueda de la respuesta a una interrogante en un ejercicio de matemática conduce por lo general a nuevas interrogantes. El encuentro de una respuesta hace que surjan nuevas preguntas ¿qué hubiese pasado si las condiciones no se cumplen? ¿y si variamos ligeramente los datos? ¿podemos generalizar el resultado?¿si se tiene la conclusión entonces necesariamente se tiene las condiciones planteadas?.

La gran cantidad de interrogantes planteadas, hace ver al joven lo mucho que debe estudiar y aprender. No existe techo en la matemática, siempre se plantean nuevas interrogantes, no siempre se tiene respuesta para todas ellas. Hay matemáticos que se han hecho famosos proponiendo nuevas interrogantes.

6) La matemática y el esfuerzo colectivo
La matemática se fundamenta en el consenso y propende la solidaridad. Los resultados nuevos y antiguos se basan en la aceptación universal de ellos.

La respuesta hallada a un problema de matemática, grande o pequeño, es aceptada en forma universal, para que ello ocurra sólo se exige haber seguido rigurosamente la lógica.

Un joven puede utilizar resultados obtenidos en otras latitudes por personas a las que nunca conocerá, esto gracias a la universalidad del lenguaje y reglas de la matemática.

Un conjunto de jóvenes puede avanzar en la solución de un problema en forma individual o grupal, el resultado será aceptado por todos. La matemática inculca la solidaridad y el consenso como el mejor método para avanzar.

7) La matemática de hoy impulso para la matemática del mañana
El quehacer matemático se apoya en lo avanzado por siglos por sus antecesores.

La enseñanza de la historia de la matemática sobre la forma como surgen los conocimientos básicos y su condición actual, es importante en la formación de los jóvenes, les enseña que la historia no comienza con nosotros y que tenemos una responsabilidad común en formarse bien para hacer progresar a la humanidad.

Newton dijo “si he llegado a ver más lejos, es porque me he encaramado sobre los hombros de gigantes”, haciendo referencia a todos los aportes de matemáticos anteriores a él y a los de su propia generación.

Enero 2016

Tomas Núñez Lay

26 julio 2014

UNIVERSIDAD Y DESARROLLO NACIONAL

1)    El Perú carece de un plan de desarrollo nacional; exceptuando al gobierno militar de 1968 a 1975, que elaboró y trabajó de acuerdo al Plan Inca, los diferentes regímenes que se han sucedido en el gobierno del país no han planteado un plan de desarrollo nacional; es decir, un plan que indique qué país se planifica como meta, qué tipo de ciudadanos debemos tener a futuro, un plan que trace metas de corto, mediano y largo plazo; que determine por tanto las necesidades materiales y los recursos humanos que debemos tener para lograr los objetivos trazados.
2)    Un plan de desarrollo nacional necesariamente pasaría por un diagnóstico de nuestra realidad en educación, agro, industria, recursos humanos, instituciones, etc. Sólo conociendo nuestra realidad podremos cambiarla.
3)    No se tiene uno ni otro; es decir, no se tiene ningún diagnóstico de casi ninguna área de nuestra realidad nacional, ni se trazan metas a lograr para el país. Lo único que se plantea es que vengan más inversionistas y supuestamente estos nos traerán el desarrollo. Esto es una falsedad, nadie le va a decir a los peruanos que tipo de Perú deseamos construir, ni qué tipo de ciudadanos deberíamos trazarnos como meta; es algo que nosotros mismos debemos hacer. Más aun, los capitalistas extranjeros lo que hacen es invertir con el propósito de incrementar sus ganancias, para ello deben minimizar costos y por tanto toda tarea de análisis a futuro es un gasto que no están dispuestos a hacer.
4)    La universidad debe ser creadora de conocimientos y formadora de recursos humanos, debería por tanto estar ligada al plan de desarrollo nacional. Sus objetivos y tareas deberían estar trazados en dicho plan. Las instituciones públicas las crea el Estado con un fin, la universidad no puede estar ajena a dichas obligaciones.
5)    Dado que el país carece de metas, la universidad tampoco las tiene. Ante ello cada universidad crea sus propias metas y objetivos. El Estado se desentiende de ello. Para los administradores del Estado la educación pública, incluida la universidad pública, es un gasto innecesario dado que actualmente la medida de éxito o avance es la cantidad de dinero que una institución genera. Para ellos no hay que ver el futuro, lo que cuenta es el presente en monto generado.

Lima, junio de 2014

Tomás Núñez Lay

03 agosto 2013

Sobre la nueva ley universitaria, un punto de vista



  1. Uno de los aspectos más preocupantes de la actual crisis universitaria es la multiplicación caótica de
    universidades en las últimas dos décadas. Este fenómeno, producido en el marco de la globalización neoliberal, es consecuencia directa de la modificación hecha por el gobierno de A. Fujimori a la ley universitaria de 1985, que estableció la posibilidad de crear universidades con fines de lucro. En adelante, surgieron universidades particulares en número excesivo sin pensar en las necesidades del país; en poco tiempo, su cantidad ha superado a las nacionales, ofertando servicios educativos con un nivel académico ínfimo.
  2. En este contexto, se ha generado un proceso de mercantilización de la educación superior, promovido por las universidades particulares con o sin fines de lucro, pero al cual tampoco son ajenas las universidades nacionales. El exiguo presupuesto del que pueden disponer estas últimas por el desinterés del Estado de solventar adecuadamente la educación superior, ha propiciado que también ellas se sumen a la proliferación incontrolada de filiales, centros preuniversitarios, estudios virtuales de postgrado, etc. en los que por lo general no se asegura un nivel mínimo de calidad educativa.
  3. En numerosas universidades particulares y muchas nacionales la acreditación y certificación de calidad son mera fórmula. Los procesos de ratificación docente se han vuelto simple trámite documentario sin ser una real evaluación. Los procesos de nombramiento se han orientado a contar con un círculo de allegados o una clientela política con la intención de hacerse del poder dentro de la universidad. En la actualidad, en muchas de ellas existe un control mafioso de su administración, el tercio estudiantil se ha deslegitimado y hay casos en que ha negociado o vendido sus votos al mejor postor. Los ex decanos, una vez que concluyen su mandato, se acomodan en otros cargos para seguir medrando de la universidad.
  4. La Asamblea Nacional de Rectores (ANR) ha devenido en un club de rectores y ex rectores encabezados desde hace décadas por un rector de alguna universidad particular. La ANR, so pretexto de la autonomía, no da cuenta a nadie de sus decisiones, y cobra altas sumas de dinero por trámites para alumnos y ex alumnos. Su desaparición sólo sería sentida por los integrantes del “Club”.
  5. En la nueva ley que estaría por aprobarse los empleados y trabajadores no docentes de la universidad, ya no formarían parte de ésta. Sobre el particular hay que hacer una reflexión y pensar si una Universidad de excelencia puede prescindir como comunidad humana de empleados y demás trabajadores. Se supone que una universidad que enseña, forma, investiga y produce conocimientos tiene que tener un soporte administrativo y técnico de primer orden. Por otro lado, la integración de los graduados sigue siendo un problema no resuelto, pues no existen canales que los incorpore a la vida de la universidad y viceversa, la universidad no sabe cómo integrarlos de manera útil a su desarrollo.
  6. Pensamos que lo primero que debe hacer una ley universitaria es determinar el rol de la universidad en el desarrollo del país. Pero previamente es al Estado al que le corresponde decir cuál es su Proyecto de País en el corto, mediano y largo plazo, y establecer un consenso básico sobre este asunto tan crucial y definitorio. El texto que actualmente se discute indica que su labor principal es la investigación y la formación profesional; pero no se señalan los lineamientos más generales ni los recursos humanos que se desean, por tanto las investigaciones no serán en beneficio del país sino según las buenas intenciones o el gusto de los investigadores por una u otra área del conocimiento. Al no tener definido el tipo de país que se desea alcanzar no se tiene tampoco definido el recurso humano que se necesita para alcanzar este fin; de este modo cada universidad fija sus metas y dentro de ella cada facultad e incluso cada especialidad.
  7. Del texto de normas de la nueva ley aprobadas hasta la fecha, algunas parecen estar dirigidas a regular ciertos aspectos del funcionamiento de las universidades nacionales en relación a la promoción y permanencia de los alumnos en su condición de estudiantes, normas que actualmente ya aplican varias de las universidades particulares.
  8. Consideramos que la proliferación desordenada de universidades, filiales, centros preuniversitarios, etc. debe detenerse, siendo necesaria la regulación de este crecimiento inorgánico. Para es necesario la derogatoria del decreto dado por el gobierno de Fujimori, establecer una moratoria para la creación de más universidades, y cerrar aquellas que no reúnan  las condiciones indispensables para llamarse tales. Pero para su regulación y ordenamiento permanente se requiere de un organismo de espíritu, composición y excelencia universitaria, que no dependa del poder político, que sea parte de la estructura legal nacional, que pueda supervisar la actividad universitaria y dar cuenta al Estado y a la sociedad civil de la marcha de la universidad. Este organismo podría estar estructurado en relación con el CONCYTEC o el Ministerio de Educación. La evaluación de las universidades debe dar como resultado un ranking de las mismas que podría ser un indicador para la distribución de recursos.
  9. La ley actual se desentiende de la obligatoriedad de recursos económicos que debe dar el Estado a las universidades. El Estado o sus administradores parecen no tener idea de lo indispensable que es la universidad en el desarrollo del país, por esta razón y porque privilegian otros aspectos de la economía del país, tampoco consideran importante otorgar recursos suficientes a las mismas; es como si las desearían muertas por inanición para que las universidades particulares copen el mercado, a la vez que se libera un gasto del estado para ser aplicado en otros rubros.
  10. Tal como está formulada y como viene realizándose la aprobación de los artículos de esta nueva ley universitaria en la Comisión de Educación, no creemos que contribuya a resolver apropiadamente la actual crisis de la universidad. Su sesgo intervencionista y controlista supeditada a las necesidades del poder político amenaza convertirla en un instrumento capaz de recortar la libertad de pensamiento y crítica inherentes al espíritu universitario, y necesaria para sus tareas de enseñanza, formación, investigación y difusión de ideas y conocimientos.
 
TNL
 
Lima, julio de 2013

14 febrero 2012

El lenguaje de las nuevas tecnologías y su impacto en la educación

1) En la actualidad el lenguaje utilizado en diversos medios de comunicación orales y escritos, y principalmente el segundo, deja de lado cualquier regla de escritura y las personas. Efectivamente las nuevas tecnologías informáticas, en particular la Internet, han introducido nuevas formas de comunicación escrita entre los usuarios de lo que se conoce como las redes sociales y a través de los teléfonos móviles o celulares: el lenguaje acronímico, una forma de escritura basado en símbolos que representan la fonética de una palabra o expresan una idea antes que privilegiar la sintaxis o la ortografía.

2) Es claro que la digitalización de la información, el uso de las herramientas audiovisuales, la difusión de mensajes en lenguaje acronímico está ya impactando en los métodos educativos, en los programas de estudios, en la capacitación docente y probablemente lo hará en el futuro también en la forma en que se imparta la educación (educación no presencial).

3) Existen diversos tipos de lenguajes, desde el académico hasta el acronimico. Todos ellos son utilizados por las personas, aunque claro está una charla científica no utilizará el lenguaje acronimico, caso contrario aunque quisiera el auditorio no lo entendería y posiblemente el expositor no conoce el lenguaje académico y tendrá dificultades en trasmitir sus ideas al tratar de usarlo.

La variedad de lenguaje en una misma sociedad es notoria y el número de usuarios del lenguaje acronimico es cada vez mayor ¿Qué consecuencias acarreara este hecho?

4) El joven que desde niño utiliza el lenguaje acronimico como única forma de comunicarse por escrito con sus amistades, le es difícil e incómodo utilizar el lenguaje oficial con todas sus reglas de gramática; ante ello el joven abandona el lenguaje y sus reglas. De este modo limita sus posibilidades de expresión y de otro lado deja de ejercitarse en razonamiento verbal, así como las creaciones literarias y por tanto deja atrás todo lo que ello significa en el desarrollo humano.

5) Las personas tiene libertad de utilizar el lenguaje que consideren conveniente, pero el Estado tiene la obligación de fijar el modelo de persona que este desee formar como ciudadano, y coherente con ello debe establecer las políticas educativas y culturales que apunten hacia ese objetivo. ¿Existen estas políticas?

6) La realidad es que los sucesivos gobiernos hace bastante tiempo se ha desentendido de la educación y la cultura. Según opiniones mucho más directas y dejando de lado las medias tintas, el modelo de ciudadano que hoy necesitamos es aquel que puede ser aprovechado en las actividades netamente extractivas dado que el boom actual de la economía peruana se basa en la minería y el agro. Este tipo de opinión es coherente con el desinterés por cualquier política educativa seria. El total abandono de la educación y la cultura se ve apenas matizado con políticas tan estruendosas como ineficaces tales como la refacción de colegios llamados emblemáticos, la creación del colegio mayor o el regalo de laptop a niños y jóvenes.

7) Las consecuencias del uso casi en exclusividad del lenguaje acronimico entre jóvenes, no merecen ni el pestañeo de los gobernantes de turno puesto que para ellos así lo determina la ley de mercado: “no son necesarias ciertas habilidades para desempeñar actividades extractivas”. Los jóvenes, en su mayoría, son incapaces de redactar un párrafo que resuma lo que acabo de leer, no pueden concatenar ideas entre sí o mantener lecturas o conversaciones sobre asuntos no triviales de la vida cotidiana, pero nada de ello importa pues no es necesario para colaborar con el crecimiento de la minería y por ello no tiene la menor importancia.

Hay ausencia de un plan de desarrollo nacional en el país. Según voceros de los principales grupos económicos nacionales, la planificación es parte de ideales trasnochados correspondientes a grupos que plantean el control estatista de toda la visa económica del país.

Esta visión esta en conflicto con realidades vecinas bastante diferentes, miremos a Brasil y Chile, ninguno de ellos plantea el control estatal de toda la economía pero cuenta con una planificación económica a largo plazo ¿Por qué la diferencia?¿por qué en nuestro país no hay un plan de desarrollo nacional a largo plazo? Esta carencia obviamente envuelve a la política educativa y cultural a la que nos referimos al inicio.

Enero 2012

TNL

19 enero 2012

A propósito del conflicto entre el Arzobispado de Lima y la Universidad Católica.

Considero que el actual conflicto tiene dos aspectos: el ideológico en su versión más conservadora y el interés económico. Agregado a ello hay que tomar en cuenta el “aporte” de las características de personalidad del Arzobispo Cipriani.

Esta situación se presenta dentro de un proceso de reacomodo de fuerzas al seno de la iglesia católica en el país. En el que sectores como el Opus y otros (sodalices) ocupan una posición ventajosa respecto a la jerarquía eclesiástica. Estos sectores expresan ideas no sólo conservadoras si no también fanáticas e incluso agresivas al demandar el allanamiento de quienes piensan diferente a ellos, así como al exigir de quienes les acompañan una actitud “militante”. Pero entendida esta militancia en su acepción de función que se desarrolla como parte de una fuerza en lucha, en combate. Militancia que demanda incondicionalidad ante una jefatura y renuncia a su individualidad. Es decir exigencia e inflexibilidad. Parecería ser que es la corriente predominante desde el Vaticano y que es esa la condición de poder con que cuenta Cipriani. Sería una cuestión de modificación de estrategia lo que podría posponer el zarpazo a la universidad.

Y a ello se resisten hoy los sectores pensantes de la iglesia, en este caso aglutinados en la defensa de la Universidad Católica, apoyados por creyentes y no creyentes. En defensa de la libertad de pensamiento, de crítica, de investigación, de formulación de alternativas, de desarrollo de las capacidades del individuo en las diversas áreas de manifestación humana.

De otro lado, el conflicto iniciado por el arzobispado se da en un momento de descrédito de la iglesia a nivel mundial, como consecuencia de la actuación delictiva de no pocos de sus integrantes ordenados, así como del recuento que la historia hace del papel que ha desempeñado, en muchos casos, al lado de opresores e incluso tiranos sin escrúpulos, a lo largo del devenir social.

Sumado a lo anterior, se encuentra el crecimiento de las diversas confesiones en la población. Porque la humanidad aún necesita sentir que trasciende y que supervive más allá de su existencia material. Porque aún busca respuestas, porque aún necesita sentirse cobijada y también liberada de la responsabilidad final de sus actos.

El lunes 12 “La República” publicó un artículo de Carlos Ramos N., Subdirector del Instituto Riva Agüero, en el que detalla el proceso de conformación de la UC y precisa que la fundación legal de dicha casa de estudios se realizó el 24 de marzo de 1917, a través de una Resolución Suprema del Ministerio de Justicia, Instrucción y Culto. Dos años después de la reforma de la Constitución de 1860, en que se declara la libertad de cultos en el Perú. De tal manera que la demanda del arzobispado carece de asidero legal.

Pero, no es el dato del hecho administrativo lo que permite una mirada más amplia de dicho proceso, si no el ambiente en que se desarrolla y que no era otro que las pugnas entre congregaciones presentes desde la Colonia. Enfrentamientos que llegaron incluso a la expulsión de las órdenes que no contaban con suficiente apoyo en las esferas del poder. Situaciones que se presentan aún en nuestros días. Ahí tenemos los casos de no sólo el cura Arana, si no del sacerdote a quien pretenden regresarlo a su país de origen por trabajar y apoyar a la población en su defensa del medio ambiente ante la explotación petrolera y minera. O como la congregación que para seguir trabajando en el sur del país (Cuzco/Puno) se ha visto precisada a tomar la forma de ONG, en vista que el arzobispado le ha retirado la autorización para ejercer.

Es decir que hoy como ayer las controversias, las pugnas y las presiones están presentes y forman parte de la vida política del país.

ZL - OCt 2011

02 junio 2011

Acerca de la evaluación y los incentivos

1) Evaluación por competencias
Se acostumbra evaluar por materias, pero existe otra modalidad que es evaluar por objetivos; es decir, evaluar si el estudiante logra utilizar los medios puestos a su alcance para resolver los problemas que se puedan plantear, de acuerdo a las metas establecidas en el curriculum.
Debemos discutir los sistemas de evaluación.

2) Existe la idea de regular la educación por las necesidades del mercado.
Esto es producto de las ideas liberales desplegadas por los medios de difusión y los grupos de poder. Según estas, la formación de los niños y jóvenes debería orientarse según lo requiera el desarrollo del mercado nacional. En este sentido, como el país esta orientado básicamente a la extracción y comercialización de materia prima, no hay necesidad de las ciencias básicas ni de las humanidades, no tiene espacio la creatividad y menos el cuestionamiento al modelo de desarrollo ya establecido.
Dentro de la misma línea de pensamiento, se establece una traslación del modelo empresarial a la universidad; según este, los clientes son los estudiantes y hay que satisfacer al cliente, no se trata de aprender lo básico o de aprender a aprender, sino que se le facilite su tránsito por la universidad a fin de tenerlo siempre satisfecho aunque el desarrollo de sus habilidades sea nulo, su sentido de responsabilidad sea inexistente y el despertar de sus ansias de aprender se deje siempre para después.

3) Estamos de acuerdo en aplicar el Proyecto Educativo Nacional, establecido hace 10 años y sobre el cual no se ha avanzado nada. Hubo firma de los partidos y organizaciones civiles comprometiéndose a llevarlo adelante. Han gobernado dos de los firmantes y ninguno de ellos ha cumplido la palabra empeñada.
¿Quién supervisa la aplicación del plan educativo? Es tema a discutir.
El ministerio de educación siempre mezcla los intereses políticos del partido de gobierno con los de la educación nacional que obviamente trasciende los cinco años que dura cada régimen.
Las UGEL son dirigidas por personal no capacitado y sin recursos para llevar adelante la tarea.
Las asociaciones de padres de familia no tienen poder de convocatoria, sus directivos no tienen interés en la labor fiscalizadora y tampoco están capacitados para ello.
Una posibilidad es dotar al Consejo Educativo Nacional de poder suficiente para cumplir esa función, algo así como la labor que cumple el Banco Central de Reserva en su área.

4) Se llega a la conclusión de tener mayoría política para implementar el proyecto educativo. Es necesario escribir propuestas coherentes y viables, difundirlas, ganar adherentes y tratar de acercarnos a agrupaciones para implementar las ideas planteadas.
Una propuesta es publicar un libro a fin de año que sirva como carta de presentación.

5) En Brasil y en EE UU existe la política de otorgar premios a fin de año a los colegios que destaquen por el rendimiento académico de sus alumnos. Las comparaciones se hacen por regiones educativas, hay premios otorgados por los gobiernos regionales y por el gobierno central.
Estos premios van para la mejora de la infraestructura del colegio, incentivo económico de los docentes y a los directivos.
Existen voces discrepantes indicando que este tipo de premios preserva la desigualdad, pues los barrios marginales siempre saldrán perdedores y por tanto nunca alcanzaran la mejora; peor aún los alumnos y profesores se ven desalentados.

6) ¿Cómo formar a los docentes de colegio?
La gran mayoría de docentes es formada en institutos que buscan lucrar con la necesidad de personas interesadas en hacerse de un ingreso de la manera más rápida y menos complicada. Peor aún, en el interior del país el magisterio esta formado por personas cuya única experiencia es haber concluido la secundaria en su pueblo.
Es tema a discutir.

Mayo 15 - 2011