29 noviembre 2010

EDUCACIÓN Y VALORES

- Las leyes aplicables son aquellas que refrendan lo que se da en los hechos, las leyes no cambian la realidad.

- Al contrario de lo que se propone en los medios de comunicación, las leyes no son las norman el funcionamiento de la sociedad. Las normas que rigen la convivencia de un pueblo son aquellas que sin estar escritas y sancionadas, son consenso de los ciudadanos y quien las infringe es mal visto y marginado.

- Los jóvenes adoptan modelos de comportamiento de los dirigentes y de aquellos que alcanzan notoriedad en la sociedad. Dichos modelos van incorporándose a las normas de convivencia de una sociedad.

- El marco de convivencia de una sociedad está dado por este conjunto de normas no escritas. Es parte de la educación de la sociedad, los padres y maestros las trasmiten a sus descendientes y alumnos respectivamente.

- ¿Qué sucede si los dirigentes adoptan comportamientos reñidos con las normas que han venido rigiendo esa sociedad? Los jóvenes las adoptan y estas normas van cambiando para mejor o para peor según sea el comportamiento de los dirigentes.

- Dentro de la democracia formal, lo que salta a la vista son justamente los comportamientos deleznables: presidentes condenados por robo continúan su vida llena de comodidades dentro de la cárcel (Fujimori) o fuera de ella (García) huyendo del país hasta que la condena caduque, ministros de Estado beneficiándose de de las arcas públicas, alcaldes que no dan cuenta de nada, propaganda engañosa que trata de cubrir lo descarnado de la realidad, etc.

- ¿Qué tipo de valores se están desarrollando en estos jóvenes? La situación actual de vida, pandillaje, exclusión, bajo nivel de escolaridad, son consecuencias naturales de este cambio en las normas no escritas.

Los valores no se copian de los libros, se les aprende con el ejemplo. Los medios de difusión no dicen esto porque no les conviene, entrarían en una contradicción teniendo en cuenta su propio comportamiento y el de los dueños de esos medios de comunicación.

Noviembre 2010
Tomás Núñez Lay

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